Un gusanito blanco vivía en la morera;
lo llamaban gusano de seda.
Le gustaban las hojas, por glotón.
En poquito tiempo se hizo mayor.
Con su fina seda tejió un capullo
y al hacerlo sonrió con orgullo.
Cuando terminó, estaba cansado;
dentro del capullo se quedó acostado.
Después de un tiempo de haber dormido,
en una mariposa se había convertido.
Extendió sus alas, se desperezó
y como mariposa el vuelo emprendió.
Llegó la hora de poner los huevos,
así la historia empezará de nuevo:
De ellos nacerán otros gusanitos,
que comerán morera
y harán capullos de seda.
(Autor desconocido).
Si quieres colorear un dibujo sobre la vida del gusano de seda pincha aquí.
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